Recientemente hemos tenido el encargo de un peritaje sobre un motor que se vio afectado porque una biela le salió por un costado. El cliente quería saber acerca de la causa del fallo.
Avisado el fabricante, éste manifestó que la incidencia no entraba en garantía, aduciendo la causa origen del daño era una falta de mantenimiento del motor que nuestro cliente no había hecho.
No obstante, el mantenimiento que realizaba el cliente no sólo sí era el adecuado que indica el fabricante, sino que además cada día se hace una comprobación de todos los niveles. Por lo que acusar de una falta de mantenimiento no es la mejor manera de determinar la causa. Más bien se trata de una forma de no hacerse responsable del daño. Esto desgraciadamente es la disculpa más habitual en las garantías.
·Obsérvese en la imagen el agujero de salida de la biela
El motor en cuestión no era nuevo, era un motor recuperado, y tenía un valor de compra aproximado de 100.000 euros, encontrándose colocado en una maquina de elevación.
Cuando ocurrio el siniestro, el cliente intentó colocar un motor que tenia en el almacén, pero éste último no era compatible, por lo que compro un nuevo motor enviado desde Alemania. Durante todo este proceso, la máquina mientras tanto se encontraba parada, como puede suponerse.
Cuando realizamos la visita de inspección, apreciamos la cuantia de los daños y el orificio realizado. Lo primero que le manifestamos a nuestro cliente es que avisara al suministrador del motor, a la empresa de recuperación, y le informara que se iba a realizar una pericial y que ellos enviaran a su vez a un perito, para que la pericial fuera conjunta y en un futuro no se alegara que se abrió el motor y se ocultó la causa del daño.
El cliente, vía buro fax, avisó varias veces al proveedor y no hubo respuesta, por lo que trancurrido un mes y medio de la primera visita procedimos a realizar la pericial.
Para ello, dos mecanicos desmontaron el motor donde se apreciaba claramente que un tornillo de abrace de la biela estaba partido (los mecánicos le llamaban “tornillo de compensación”.)
La causa origen del daño en el motor había sido la rotura en uno de los tornillos de compensación de una de las bielas. Una de las funciones de estos tornillos es ajustar el radio de giro dando uniformidad al giro y ajustarse al cigüeñal. Cuando se rompe uno de estos tornillos, la biela cambia el sentido, haciéndose más amplio, y es cuando impacta contra la pared del bloque motor.
·Obsérvese la pieza los tornillos o pernos que hay en los costados; uno de ellos fue el que se rompió.
POR QUÉ SE ROMPE UN TORNILLO
Es la pregunta a plantear por ser ésa la causa del daño sin lugar a dudas. En el caso que nos ocupa, los tornillos, cuando más sufren es en la etapa de expansión del ciclo mecánico, soportando un porcentaje de la carga. El tornillo no soportó ni la tensión ni el esfuerzo. La causa pudo ser diversa; un montaje no adecuado, no aplicar el par de apriete adecuado, causas internas del material, etc… lo que puede provocar que un tornillo se vea sometido a vibraciones y se rompa. También puede ser que un tornillo que no soporta las tensiones por no estar calculado para esos esfuerzos, o porque tampoco tiene la calidad adecuada.
De todas las posibles causas de la rotura del tornillo, ninguna es por una manipulación que se le pueda imputar al cliente.
OTRA DE LAS POSIBLES CAUSAS
Una de las cuestiones a plantear (y siempre ocurre en casos donde actúa la garantía de un motor) es saber si la causa de la rotura fue por dejación en el mantenimiento del motor, por ejemplo faltándole aceite al motor.
Causa improbable para la etiología del daño en cualquier caso: no hubo falta de lubricación, como se puede observar en las foto y videos que realizamos.
Tras realizar la pericial, contactamos con el suministrador del motor. Se trata de una empresa especializada en recuperar motores, su actividad consiste en trabajar con motores usados, los rectifica y los prepara para un nuevo uso.
El coste de estos motores es menos de la mitad que si fueran nuevos. Al recuperador le preguntamos si disponía de datos de la vida útil de estos motores, porque el motor afectado tenía 800 horas de vida útil. El recuperador nos manifestó que no, pero según él, el motor en cuestión estaba casi nuevo. Para la vida util que le quedaba al motor, según su impresión y sólo como opinión telefonica, podría estar en torno a un 95%
VALORACION DEL DAÑO
A tal efecto, a la hora de valorar el daño no vamos a tener en cuenta el demérito (5%) ni el valor de chatarra por ser valores pequeños. Sí vamos a tener en cuenta en cambio el valor de afección, donde se amparan todos los costes de desmontaje del motor averiado y montaje de nuevo motor llenado de líquidos, la compra en Alemania, el resto de inconvenientes y tiempos en la solución del siniestro….
Así, con respecto a los daños económicos el motor estuvo 7 días parado. Respecto a las grúas, según informaciones facilitadas por el cliente, la máquina de elevación donde está instaldo dicho motor trabaja 1.843 horas anuales, lo que nos da 5 horas diarias de trabajo. Por lo que la pérdida económica para la empresa fue de 35 horas de trabajo por estar la maquina 7 días parada.
Como resumen de este siniestro, las garantías de las máquinas, cuando ocurre una avería, siempre en un primer momento manifiestan que ha habido una falta de mantenimiento, lo que como vemos no siempre tiene por qué ajustarse a la realidad.